LA INEXPLICABLE DESESCALADA

LA INEXPLICABLE DESESCALADA

Llevamos unos días indignados, cabreados, hastiados… y no nos pueden pedir lo contrario. Después de unas cuantas semanas confinados, con una sociedad valenciana desde Pilar de la Horadada hasta Vinaròs con un comportamiento ejemplar al 99%, que hemos sabido mantener el tipo, que hemos trabajado con solidaridad y ahora nos llega un Ministerio que me da la sensación de que saben muy poco en Madrid de lo que sucede aquí y nos dicen que no cumplimos…

 

Una de las obligaciones de cualquier persona, organismo público o empresa es la de ser creíble, esta obligación no es hacia los demás, si no hacia si misma ya que si no ofrecen credibilidad a los demás difícilmente se va a hacer respetar y en este error es exactamente en el que ha caído el Gobierno Central, no ser creíble. Estos últimos días he leído y escuchado infinidad de palabras horribles para definir el comportamiento de ese Gobierno Central como intentaba explicar lo inexplicable: que dejaba a la mayor parte de la población de la Comunidad Valenciana fuera del avance económico que supone pasar a la fase 1, las 3 grandes ciudades valencianas València, Alacant y Elx les hacen permanecer en el apagón económico sin una justificación sanitaria detrás.

 

No bucearé en los motivos que han podido hacer a ese Gobierno Central tan lejano y tan poco empático decidir dejarnos a la mayoría en la fase 0 pero sí que me interesa mucho analizar lo que hacen bien (muy bien en este caso) en otros territorios para poder en algún momento aplicarlo para nuestro beneficio y mejora como sociedad. Y ¿quién ha sido el ganador de esta partida? Como tantas veces el País Vasco.

 

Por un lado, mientras decenas de empresas valencianas agrupadas en la patronal Ateval se lanzaban a producir material sanitario haciendo esfuerzos titánicos adaptando maquinaria, formando al personal en tiempo record y evitando enviar al ERTE a sus trabajadores sin ninguna ayuda pública, era el propio ejército quien se movilizaba para llevar maquinaria a la Corporación Mondragón. Esto está muy bien ya que era en beneficio de la sociedad pero por qué las empresas valencianas tienen que ir siempre solas y a otras siempre aparecen fondos, ayudas o subvenciones que les ayudan a llevar una vida más placentera?

 

Por otro lado tenemos el paso del País Vasco a la fase 1 con unos datos objetivos peores que los valencianos… Sinceramente no creo que sea el único que se haya planteado este pase si de unos y pase no de otros en términos políticos ya que cuando hay dos parámetros, los políticos y los sanitarios y cumplimos con estos últimos únicamente quedan los argumentos políticos que dejaré a los expertos en las relaciones Puig-Sánchez-Ábalos explicar mejor.

 

Se engañará quien piense que esto es una crítica al pueblo vasco y a sus políticos, no es que no sea una crítica, es un alabo, un elogio, un aplauso (y muchísima envidia sana) al saber hacer del PNV que sabe, como pocos, negociar con éxito en cualquier situación y con cualquier interlocutor. Sin hacer campaña por el PNV (partido amigo del que me tiene entre sus filas) envidio enormemente el que los vascos tengan un partido que, simplemente, consigue “cosas” para sus conciudadanos.

 

Ni con el tema del infrafinançament, ni con las anulaciones constantes de leyes aprobadas por Les Corts ni con ningún otro tema de relevancia había sentido tanto la necesidad de la gente (el fin de semana las redes sociales echaban humo y clamaban contra el gobierno central) de tener un partido político nacido aquí, en Alacant, Elx, València o en cualquier otra ciudad valenciana pero que defienda los intereses de los valencianos como hacen nuestros vecinos del norte.

 

Que en la C. Valenciana no tenemos capacidad de influencia lo sabemos todos, que somos los parias de España que proporcionalmente pagamos más de lo que recibimos, que nos ningunean constantemente, que como no nos quejamos pues ahí nos tienen siempre sonriendo y realmente creo que ya es hora de que pintemos algo en el Congreso de los Diputados, para eso necesitamos un partido cuya sede no esté a 400 km de distancia física y a muchos más de distancia emocional, necesitamos ganarnos lo que queremos porque nadie nos lo va a dar gratis y para eso, como he oído tantísimas veces estos últimos días necesitamos “un PNV valenciano”.

 

 

José Juan, Pep, Otero.

Portaveu de Demòcrates per Alacant – Demòcrates Valencians.

@josejuanol