Roger Mira | Agravio histórico

Roger Mira | Agravio histórico

“Los presupuestos son un palo para la Comunitat Valenciana, los pinten como los pinten”. Con esta contundencia se expresaba la semana pasada Salvador Navarro, máximo dirigente de la CEV. Y es que la propuesta elaborada por el equipo de Montoro, a todas luces, sitúa a los valencianos un ejercicio más a la cola de las regiones del Estado. Resulta que representamos el 11% de la población española y la inversión directa que recibimos se queda en torno al 7%, dejándonos en una inversión per cápita de 67 euros por debajo de la media estatal.

Ni convergencia autonómica, ni equidistancia, ni coherencia, ni solidaridad interterritorial, con un territorio que sufre como pocos todavía a día de hoy la herencia del modelo productivo especulativo anterior a 2008, y la losa de los años de despilfarro, saqueo y desmanes cuantificables en miles de millones de euros; y que, además, para sobrevivir se ve obligado a recurrir a un Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) que acaba por convertirse en un bucle que no hace sino engrosar la deuda. Menos inversión equivale a menos infraestructuras, menos recursos y menos capacidad para el desarrollo económico de un territorio agraviado y maltratado durante décadas.

Los valencianos, da igual si coincidían mandatos del PP o del PSOE, aquí y en Madrid, hemos sido históricamente los peor tratados en materia de financiación; y pasan los años, y las décadas, y los lustros; y se suceden los gobiernos, y los políticos, las personas, los gestores o los funcionarios y la gravedad de la situación permanece y se acentúa. Mientras tanto los canarios consiguen 350 millones más que en 2017, o los vascos una subida del 32% con su cupo vasco posiblemente porqué los parlamentarios de las diferentes formaciones de esos territorios en Madrid tienen la habilidad o la capacidad para incidir y negociar cada año más y mejores recursos para su tierra.

Y eso, al fin y al cabo, es una muestra de pragmatismo, de hacer política y de devolver a tu región, y por ende a los ciudadanos que con su voto te han situado en las instituciones, lo que realmente le corresponde. Como no podía ser de otra manera, y pese a la contundencia de las cifras, Bonig y el PP valenciano se muestran satisfechos, Ciudadanos se pone de perfil y hace como que este es un tema que no va con ellos. Y en el lado opuesto y mientras en el Congreso el PSOE  dilucida si finalmente presta cinco votos a Rajoy para sacar adelante estos PGE2018, Ximo Puig pone el grito en el cielo y Oltra se queda con aquello de que si es necesario iremos a montar un pollo a Madrid. Pero con pollos, manifestaciones y titulares altisonantes, me temo que pueden pasar años y años y seguir igual mientras el conjunto de esta  sociedad meninfotista nuestra no asuma e interiorice que mientras no tengamos una fuerza de estricta obediencia valenciana potente, desacomplejada y con capacidad de incidencia real para negociar lo que realmente nos corresponde, difíclemente la cosa nunca vaya a cambiar.

Roger Mira, Secretario General de Demòcrates Valencians.