Sandre LLopis de Pau | Una comarca aislada

Sandre LLopis de Pau | Una comarca aislada

Tengo que confesar que soy un enamorado de Marina. Un pequeño gran tesoro que guardamos los valencianos y que nos recuerda el que un día fuimos, el que somos y, sobre todo, el que podemos ser. La Marina, como decía, es un tesoro que guarda la esencia de los valencianos. Mar, montaña, pueblos que han sabido reinventarse al paso del tiempo, y que hoy, son todo un motor económico para todos los valencianos.

Sin embargo, es la de Marina una tierra desconectada y desvertebrada. Y no, el terreno abrupto (y precioso) que tiene, no es el motivo. La causa de este abandono sistemático de las infraestructuras es un mal endémico que sufrimos los valencianos en general, pero mucho más especialmente los vecinos de los pueblos de Marina. La comarca no está conectada, ni por arriba ni por bajo, con un tren digno ni con unas carreteras que no sean de pago. Justo esta semana aparece un estudio que viene a confirmar el que ya sabíamos, que en el periodo de 2012 a 2017 la valenciana ha sido la autonomía con menos inversión por habitante en materia de infraestructuras, y esto que somos una tierra muy alargada y relativamente fácil de unir.

Mientras la media española se sitúa en los 464 euros por habitante, en la Comunitat Valenciana sólo se invierten 233 euros por cada valenciano. En Galícia, por ejemplo, 1203 euros, y a la vecina Murcia 586. Y esto, amigos, no es casualidad, es premeditado. Los valencianos no tenemos un partido propio que sepa negociar los Presupuestos Generales con el Gobierno de España para atraer inversiones en nuestra tierra, en nuestros pueblos. Tampoco tienen los valencianos de los partidos estatales peso en Madrid. A la vista está que Bonig en Génova no pinta demasiado.

Queremos el tren de la costa, que una Gandía, Oliva y Dénia. Queremos el firme compromiso de la liberación de la AP7, que ya está bien. Queremos que el principal aeropuerto valenciano, y uno de los principales del Mediterráneo Occidental, el del Altet, tenga un tren de cercanía que lo conecto con Alicante. No podemos permitir que Torrevieja siga partida con carreteras estrechadas y congestionadas. Los valencianos pagamos impuestos como los que más y lo queremos todo, no por capricho, sino por derecho. Queremos dejar de ser una comarca, un pueblo, aislado y desvertebrado.